¿Cómo le dices a tu jefe que está equivocado?
Tarde o temprano, no estará de acuerdo con su gerente.
Imagina que estás en una empresa "impulsada por datos". Tiene 3 o 4 herramientas de análisis para que pueda poner la herramienta correcta en el problema. Pero, lo extraño es que tu jefe no cree en los datos. Claro, él cree la mayoría de los datos. En realidad, cree en los datos que coinciden con sus nociones preconcebidas. Él es de la vieja escuela. Repite los mantras: "Si no estás llevando la cuenta, es solo práctica". Confía más en su instinto que en los datos que presenta. Ha estado en el negocio por un minuto caliente. Ha ascendido de rango y ha visto su parte de datos incorrectos en su tiempo. Para ser honesto, no ha tenido "manos a la obra" desde hace bastante tiempo.
Entonces, seamos específicos. Lo que debe presentarle es el resultado de una consulta SQL simple que muestra la actividad en su ERP. Su objetivo es demostrar el valor comercial al mostrar la cantidad de usuarios y a qué están accediendo. No es una ciencia exacta. Ha podido consultar algunas tablas del sistema directamente. Su jefe es el CIO y está convencido de que nadie está usando el sistema y que el uso está disminuyendo. Él espera usar ese punto de datos para adoptar una nueva aplicación de análisis para reemplazar una existente porque la gente "simplemente no la está usando". El único problema es que la gente en usándolo
El desafío es que debes presentarle datos que van directamente en contra de sus suposiciones. No le va a gustar, seguro. Puede que ni siquiera lo crea. ¿A qué te dedicas?
- Revisa tu trabajo – Ser capaz de defender sus conclusiones. Sería vergonzoso si pudiera poner en duda sus datos o su proceso.
- Comprueba tu actitud – Asegúrese de no presentar datos contrarios a sus suposiciones solo para clavarlo en la pared. Eso puede ser gratificante, fugazmente, pero no ayudará a su carrera. Además, no es agradable.
- Compruébalo con otra persona – Si tiene el lujo de poder compartir sus datos con un compañero antes de presentarlos, hágalo. Pídale que busque fallas en su lógica y le haga agujeros. Es mejor encontrar un problema en esta etapa que en la última.
La parte difícil
Ahora viene la parte difícil. La tecnología es la parte fácil. es confiable Es repetible. es honesto No guarda rencor. El desafío es cómo empaquetar el mensaje. Has hecho tu tarea, presenta tu caso. Solo los hechos.
Es muy probable que durante su presentación lo haya estado observando con el rabillo del ojo en busca de pistas. Pistas que te digan, quizás, cuán abierto está a tu mensaje. Las pistas no verbales pueden indicarle que debe alejarse o incluso correr. En mi experiencia, es raro, en esta situación, que él diga, “tienes toda la razón, lo siento. Perdí la marca por completo. Sus datos me refutan y parece incontrovertible. Como mínimo, necesita procesar esto.
En última instancia, él es el responsable de la decisión. Si él no actúa sobre los datos que ha presentado, es su cuello el que está en peligro, no el suyo. De cualquier manera, debes dejarlo ir. No es vida o muerte.
Excepciones a la regla
Si eres enfermera y tu jefe es un cirujano que está a punto de amputarte el pie izquierdo, tienes mi permiso para mantenerte firme. Especialmente si es my pie. Lo creas o no, sin embargo, Johns Hopkins dice que sucede más de 4000 veces al año. Los jefes, o cirujanos, generalmente son delegados y se les otorga el beneficio de la duda. En última instancia, el bienestar del paciente es responsabilidad del médico. Desafortunadamente, cirujanos senior (como cualquier jefe) tienen diferentes niveles de apertura a las aportaciones de otros miembros del personal del quirófano. Un estudio encontró que la recomendación clave para mejorar la seguridad del paciente en el quirófano era mejorar la comunicación.
De manera similar, a menudo hay una jerarquía en la cabina y hay historias con consecuencias desastrosas cuando el copiloto no llamó a su jefe por decisiones cuestionables. El error del piloto es la causa número uno de los accidentes de avión. Malcolm Gladwell, en su libro, Los valores atípicos, relata una aerolínea que estaba luchando con un pobre historial de accidentes. Su análisis fue que había un legado cultural que reconocía jerarquías incluso entre iguales en el lugar de trabajo cuando había disparidad de edad, antigüedad o sexo, por ejemplo. Debido a esta cultura respetuosa de algunos grupos étnicos, los pilotos no desafiaron a su supuesto superior, o en algunos casos a los controladores de tierra, cuando se enfrentaron a un peligro inminente.
La buena noticia es que la aerolínea trabajó en ese tema cultural específico y cambió su historial de seguridad.
Bono – Preguntas de la entrevista
A algunos directores de recursos humanos y entrevistadores les gusta incluir una pregunta suponiendo un escenario como el descrito. Esté preparado para responder una pregunta como: “¿Qué harías si no estuvieras de acuerdo con tu jefe? ¿Puede dar un ejemplo?" Los expertos sugieren mantener una respuesta positiva y no menospreciar a su jefe. Explique cómo es un evento raro y no lo considera personal. También podría considerar explicarle al entrevistador su proceso antes de la conversación con su jefe: revisa y vuelve a revisar su trabajo; obtiene una segunda opinión; lo presentas como lo encontraste, expones tu caso, dejas que los hechos hablen por sí mismos y te alejas...
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Entonces, ¿cómo le dices a tu jefe que está equivocado? Delicadamente. Pero, por favor, hazlo. Puede salvar vidas.